Durante años la versión “digital” de la revista consistía en subir el PDF a Issuu e insertarlo en la página de la empresa. Esto llevó a lectores incrustados (terribles para un diseño responsive y navegación en móvil), documentos subidos como pliegos para imprenta (segunda y penúltima páginas unidas), o escaneos imposibles de leer para los buscadores. Incluso un breve aporte mío fue convertir los reportajes (de 2 mil a 3 mil palabras) en entradas de un blog de noticias, lo que resultó en piezas fáciles de googlear y de compartir en redes sociales, pero perdiendo el espíritu y maquetación original de revista.
El proyecto está todavía en planos, y espero poder contarlo por acá más adelante. Mientras tanto, quiero repetir unas ideas clave que compartí con mi amiga para pensar su plan.
Complementariedad
Hay cosas que funcionan mejor en una revista y otras que funcionan mejor en pantallas. A veces la edición es cruel cuando piensas en equilibrar una lectura ágil con un reportaje de profundidad. Puedes expandirte en la web, o incluso convertir largas parrafadas de texto en bites o clips de 1 a 3 minutos. Pero no puedes convertir una lista de reproducción de YouTube en un souvenir, ni es tan significativo ver a tu celebridad favorita (¡o a ti mismo!) en la portada de un sitio web o blog.
La revista impresa sigue siendo el mejor vehículo de marketing de contenidos. Y hay harto espacio en la web para trabajar formatos largos. ¿Cómo hacemos que funcionen juntos?
Aquí lo importante (y difícil) será planear, tan pronto tienes los temas de la próxima edición, cuál es la historia, de qué partes la vas a componer y por último marcar qué partes funcionan mejor en el papel y la pantalla.
Creación colectiva
De la mano con la complementariedad, nos daremos cuenta que una historia transmedia, multimedia y multicanal puede superar con facilidad las capacidades de una sola persona. Por lo menos si quieres llegar al deadline.
Tradicionalmente para un artículo de revista es común tener duplas de redacción y fotografía. En algunos casos la colaboración se extiende a ilustración y maquetación.
Esta nueva etapa debe prever dinámicas tan ricas que incluyan diferentes combinaciones de redacción, video, fotografía, diseño, ilustración, cuadros estadísticos, textos científicos, redes sociales, etc. Todos involucrados con la historia, dando y tomando de sí por el producto. Un hijo con muchos padres.
Ponte en lugar del usuario
¿Necesitamos tener una aplicación móvil para este medio? Hay que preguntarse a uno mismo dónde se pasa más tiempo y de dónde se entera de más noticias: ¿la app de El Comercio? ¿Flipboard o feedly? ¿Facebook o Twitter?
De acuerdo al Reuters Institute Digital News Report 2016, los medios sociales han superado a la TV como fuentes de noticias para los jóvenes adultos en 2016 (p.86).
Aún así, dentro de digitales, los primeros lugares cambian por países (p.93), lo que me lleva a pensar primero en cuál es más parecido cultural y tecnológicamente a Perú.
Fuentes de tráfico
Otra de las formas que encontré de decidir qué canales conviene o no usar es el comportamiento del público que ya tienes. Conociendo su tráfico, está claro que la búsqueda orgánica es una fuente igual o más potente que el tráfico directo de la web, todos sus seguidores en Facebook y las campañas pagadas de publicidad en buscadores y redes sociales.
Si tienes un buen SEO, y mejor aún, natural, úsalo. Explora todos los medios que quieras pero no abandones lo que ya estás haciendo muy bien.
La forma sigue a la función
Fuera del mundo digital, lo que recomendé para este relanzamiento por encima de todo fue resolver primero los objetivos, públicos, y la clase de historias que queremos contar. Así todas las respuestas relacionadas con formatos, diseño, plataformas, hasta cantidad de páginas y distribución van a aparecer solas, como las piezas de un rompecabezas donde ya tienes los contornos hechos.
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